EL CEREBRO ADICTO
INTRODUCCIÓN
Este tema aunque es ya muy trillado, no deja de ser
importante sobre todo para mí en lo particular ya que mi esposa y yo estamos criando
a cinco pequeños grandes seres humanos en donde el mayor tiene 14 años, una
niña de 12 años, un niño de 11 años, un niño de 8 años y una niña de 5 años;
además de estar trabajando con un grupo de jóvenes y adolescentes, dentro de
nuestra comunidad en la parroquia de la misma, sin restar importancia al grupo
de niños y adolescentes que entreno en el deportivo de fútbol en nuestra
comunidad; tomando en cuenta que quiero dedicarme a trabajar dentro del
deporte, es para mí importante como padre de familia y entrenador el poder
tener un mejor conocimiento sobre las diferentes adicciones y de qué manera
contrarrestarlas.
DESARROLLO
A través del tiempo se ha venido investigando acerca de las diferentes
adicciones, ya que se pensaba que la causa de estas tenía que ver con una moralidad
deficiente y/o carecían de fuerza de voluntad. No se había considerado la posibilidad
de que no era un problema moral sino de salud, por ignorancia se etiquetaba a
las personas en vez de pensar en una posible solución. Con el tiempo como nos
muestra la doctora María Elena Medina Mora Icaza, directora del Instituto Nacional
de Psiquiatría ¨Ramón de la Fuente Muñiz¨, observo que en nuestro cerebro hay
diferentes zonas del mismo, la influencia de las drogas encontrando la causa
física de la dependencia a sustancias como la cocaína y los opioides.
Tal descubrimiento ha venido a revolucionar la concepción de
las adicciones, ya que de considerarse un problema moral, puede conceptuarse
como una enfermedad física la cual tiene la probabilidad de atenderse mediante
un tratamiento médico. Así que gracias a
estos descubrimientos, actualmente las adicciones son consideradas como enfermedades
crónicas debido a que el uso de sustancias psicoactivas modifican la química,
estructura y funcionamiento del cerebro.
Al considerarse como enfermedad crónica el Doctor Rubén Baler
nos expone cómo presenta también un desarrollo.
En etapas tempranas la persona las utiliza para llegar al nivel de
euforia que se produce; pero este uso se convierte rápidamente en una
enfermedad crónica debido a que el cerebro desarrolla velozmente tolerancia
hacia las sustancias. La mayoría de las
sustancias psicoactivas tienen una química sumamente similar a los
neurotransmisores naturales, así que las dendritas receptoras de las neuronas
las aceptan inmediatamente, o las sustancias sintéticas como cocaína y
barbitúricos ocasionan que se produzcan cantidades desproporcionadas de los
mismos neurotransmisores. Dichas sustancias
potencializan la sensación de placer que genera e interfieren con la comunicación
neuronal, la intensifican impidiendo la correcta comunicación.
Debido a tal interferencia, la producción de los
neurotransmisores naturales se ve alterada, necesitando cada vez una cantidad
mayor de la droga para lograr el mismo efecto placentero. Tal hecho ocasiona que no se pueda obtener
una sensación de bienestar de forma natural, ya que sin la droga, el cerebro no
puede emitir los neurotransmisores necesarios y este efecto conduce a la
depresión.
Dicha enfermedad también se ve afectada o conducida por
factores ambientales y biológicos. El
doctor Baler sostiene que no existen personas inmunes a este tipo de riesgo
genéticamente. Por lo cual, aunque una
persona tuviera una fuerte predisposición genética, si se desarrolla en un
ambiente libre del consumo de estas sustancias, es muy poco probable que
desarrolle la enfermedad.
La adolescencia es considerada como factor de riesgo debido a
que en esta etapa el cerebro es mucho más vulnerable pues es una etapa donde se
desarrollan todas las conexiones neuronales y al ser expuestas a las sustancias
psicoactivas tendrá consecuencias sumamente dañinas. Incluso algunas conductas que alteren el
sistema de recompensa cerebral como el comer, el tener sexo o los juegos de
azar, pueden tener consecuencias similares en el cerebro al del uso de las
drogas.
Los trastornos mentales pueden ser un factor de riesgo
también, pues al presentarse un desequilibrio en la salud psicológica como
trastornos de ansiedad, bipolaridad, etc. Al encontrarse con las sustancias
pueden verse como una solución temporal al problema y desarrollar
instantáneamente la adicción.
El ser humano es una entidad biopsicosocial, por lo cual al
verse afectado su equilibrio biológico, como lo es el sano funcionamiento de
las conexiones neuronales, todas sus demás dimensiones se verán afectadas. Como se había expuesto anteriormente, para
recrear el mismo efecto del sistema de recompensa del cerebro, se necesitará de
cantidades mayores, sin importarle al individuo los medios, él tratará
desesperadamente de conseguirlo cayendo fácilmente en el robo, violencia, etc. Incluso
hacia sus familiares y amigos más cercanos.
Esta dependencia ocasionará fuertes cambios en la personalidad del
individuo modificando sus relaciones interpersonales y llevándolo cada vez más
al aislamiento.
CONCLUSIONES
La mejor forma de curar esta enfermedad crónica es más bien
prevenirla desde el núcleo familiar donde los padres deberán tener apertura y
acercamiento para con los hijos y así puedan darse cuenta de manera temprana de
cualquier cambio o factor de riesgo en el comportamiento de sus hijos. Sin olvidar que las palabras convencen, pero
el ejemplo arrastra, el brindar a los jóvenes un ambiente libre de adicciones y
hacerlos conscientes de las consecuencias que el uso de las sustancias puede
tener en su salud y en sus relaciones interpersonales, estaremos proveyéndolos
de las herramientas necesarias para que ellos mismos procuren su propia salud. El ser humano es por naturaleza bueno, Carl
Rogers sostiene que si se desarrolla dentro de un ambiente de aceptación,
seguridad y libre de juicios hacia su persona, encontrará su máxima expresión
como individuo. Luego entonces,
procuremos darle estas condiciones a nuestra juventud y niñez para que podamos
ver surgir lo mejor de ellos.
¿ Por qué elegí este tema?
A las adicciones siempre se les ha visto como un problema
social o psicológico por lo cual tiene diferentes factores que lo desencadenan
y cada uno de ellos un contexto igualmente diverso, consecuentemente las
soluciones deben ser diversas también. Al darle al problema de las adicciones
la dimensión de una enfermedad crónica, considero que el espectro de las
opciones para remediarlas, se reduce a un tratamiento médico apoyado de medidas
multidisciplinarias, arrojando un pronóstico más alentador.
¿ De dónde partí para empezar a escribir?
Al leerlo recordé personas que he conocido las cuales tuvieron
este problema y que vieron a sus familias desmoronarse así como a sus vidas
personales. Pienso que si dichas personas hubieran tenido el apoyo de un
tratamiento médico, a la par de otras terapias, su resultado habría sido
distinto.