martes, 26 de abril de 2016

EL CEREBRO ADICTO
INTRODUCCIÓN
Este tema aunque es ya muy trillado, no deja de ser importante sobre todo para mí en lo particular ya que mi esposa y yo estamos criando a cinco pequeños grandes seres humanos en donde el mayor tiene 14 años, una niña de 12 años, un niño de 11 años, un niño de 8 años y una niña de 5 años; además de estar trabajando con un grupo de jóvenes y adolescentes, dentro de nuestra comunidad en la parroquia de la misma, sin restar importancia al grupo de niños y adolescentes que entreno en el deportivo de fútbol en nuestra comunidad; tomando en cuenta que quiero dedicarme a trabajar dentro del deporte, es para mí importante como padre de familia y entrenador el poder tener un mejor conocimiento sobre las diferentes adicciones y de qué manera contrarrestarlas.

DESARROLLO
A través del tiempo se ha venido investigando acerca de las diferentes adicciones, ya que se pensaba que la causa de estas tenía que ver con una moralidad deficiente y/o carecían de fuerza de voluntad. No se había considerado la posibilidad de que no era un problema moral sino de salud, por ignorancia se etiquetaba a las personas en vez de pensar en una posible solución. Con el tiempo como nos muestra la doctora María Elena Medina Mora Icaza, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría ¨Ramón de la Fuente Muñiz¨, observo que en nuestro cerebro hay diferentes zonas del mismo, la influencia de las drogas encontrando la causa física de la dependencia a sustancias como la cocaína y los opioides.
Tal descubrimiento ha venido a revolucionar la concepción de las adicciones, ya que de considerarse un problema moral, puede conceptuarse como una enfermedad física la cual tiene la probabilidad de atenderse mediante un tratamiento médico.  Así que gracias a estos descubrimientos, actualmente las adicciones son consideradas como enfermedades crónicas debido a que el uso de sustancias psicoactivas modifican la química, estructura y funcionamiento del cerebro.
Al considerarse como enfermedad crónica el Doctor Rubén Baler nos expone cómo presenta también un desarrollo.  En etapas tempranas la persona las utiliza para llegar al nivel de euforia que se produce; pero este uso se convierte rápidamente en una enfermedad crónica debido a que el cerebro desarrolla velozmente tolerancia hacia las sustancias.  La mayoría de las sustancias psicoactivas tienen una química sumamente similar a los neurotransmisores naturales, así que las dendritas receptoras de las neuronas las aceptan inmediatamente, o las sustancias sintéticas como cocaína y barbitúricos ocasionan que se produzcan cantidades desproporcionadas de los mismos neurotransmisores.  Dichas sustancias potencializan la sensación de placer que genera e interfieren con la comunicación neuronal, la intensifican impidiendo la correcta comunicación.
Debido a tal interferencia, la producción de los neurotransmisores naturales se ve alterada, necesitando cada vez una cantidad mayor de la droga para lograr el mismo efecto placentero.  Tal hecho ocasiona que no se pueda obtener una sensación de bienestar de forma natural, ya que sin la droga, el cerebro no puede emitir los neurotransmisores necesarios y este efecto conduce a la depresión.
Dicha enfermedad también se ve afectada o conducida por factores ambientales y biológicos.  El doctor Baler sostiene que no existen personas inmunes a este tipo de riesgo genéticamente.  Por lo cual, aunque una persona tuviera una fuerte predisposición genética, si se desarrolla en un ambiente libre del consumo de estas sustancias, es muy poco probable que desarrolle la enfermedad.
La adolescencia es considerada como factor de riesgo debido a que en esta etapa el cerebro es mucho más vulnerable pues es una etapa donde se desarrollan todas las conexiones neuronales y al ser expuestas a las sustancias psicoactivas tendrá consecuencias sumamente dañinas.  Incluso algunas conductas que alteren el sistema de recompensa cerebral como el comer, el tener sexo o los juegos de azar, pueden tener consecuencias similares en el cerebro al del uso de las drogas.
Los trastornos mentales pueden ser un factor de riesgo también, pues al presentarse un desequilibrio en la salud psicológica como trastornos de ansiedad, bipolaridad, etc. Al encontrarse con las sustancias pueden verse como una solución temporal al problema y desarrollar instantáneamente la adicción.
El ser humano es una entidad biopsicosocial, por lo cual al verse afectado su equilibrio biológico, como lo es el sano funcionamiento de las conexiones neuronales, todas sus demás dimensiones se verán afectadas.  Como se había expuesto anteriormente, para recrear el mismo efecto del sistema de recompensa del cerebro, se necesitará de cantidades mayores, sin importarle al individuo los medios, él tratará desesperadamente de conseguirlo cayendo fácilmente en el robo, violencia, etc. Incluso hacia sus familiares y amigos más cercanos.  Esta dependencia ocasionará fuertes cambios en la personalidad del individuo modificando sus relaciones interpersonales y llevándolo cada vez más al aislamiento.

CONCLUSIONES
La mejor forma de curar esta enfermedad crónica es más bien prevenirla desde el núcleo familiar donde los padres deberán tener apertura y acercamiento para con los hijos y así puedan darse cuenta de manera temprana de cualquier cambio o factor de riesgo en el comportamiento de sus hijos.  Sin olvidar que las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra, el brindar a los jóvenes un ambiente libre de adicciones y hacerlos conscientes de las consecuencias que el uso de las sustancias puede tener en su salud y en sus relaciones interpersonales, estaremos proveyéndolos de las herramientas necesarias para que ellos mismos procuren su propia salud.  El ser humano es por naturaleza bueno, Carl Rogers sostiene que si se desarrolla dentro de un ambiente de aceptación, seguridad y libre de juicios hacia su persona, encontrará su máxima expresión como individuo.  Luego entonces, procuremos darle estas condiciones a nuestra juventud y niñez para que podamos ver surgir lo mejor de ellos.

¿ Por qué elegí este tema?

A las adicciones siempre se les ha visto como un problema social o psicológico por lo cual tiene diferentes factores que lo desencadenan y cada uno de ellos un contexto igualmente diverso, consecuentemente las soluciones deben ser diversas también. Al darle al problema de las adicciones la dimensión de una enfermedad crónica, considero que el espectro de las opciones para remediarlas, se reduce a un tratamiento médico apoyado de medidas multidisciplinarias, arrojando un pronóstico más alentador.

¿ De dónde partí para empezar a escribir?


Al leerlo recordé personas que he conocido las cuales tuvieron este problema y que vieron a sus familias desmoronarse así como a sus vidas personales. Pienso que si dichas personas hubieran tenido el apoyo de un tratamiento médico, a la par de otras terapias, su resultado habría sido distinto.


domingo, 10 de abril de 2016

Hola buen día.
Les comparto mi mapa mental que elaboré a base del texto:

"Aprendizaje autónomo: eje articulador de la educación virtual"

Gracias, espero sus comentarios.